Situada en la ladera septentrional del Montgó, ladera santa de la montaña mágica, donde llegaron a existir hasta doce eremitorios en tiempos de fray Pedro Esteve (1583-1658), popularmente llamado Pare Pere, santo sin beatificar del siglo XVI a quien los dianenses rinden culto.
Se puede acceder desde la Pedrera, por camino que va bordeando la ladera.
Se trata de un aula escalonada rodeada con retablos cerámicos que narran la vida del ermitaño en típica cerámica valenciana.
Tiene un pequeño campanario de piedra vista.
Recibe al visitante esta máxima atribuida al Padre Pere “Deixem fer a Deu y fassám lo que Deus mana, ¿Qué mana Deu? Que l`amem, de bona gana”.