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  -  Cuerpo esbelto, alargado y comprimido.
 
  - Color
pardo, con cinco o seis rayas longitudinales, muy visibles en los
ejemplares jóvenes y que van perdiendo el realce con la edad.
 
  - En la
cabeza de los individuos jóvenes, se pueden apreciar dos líneas
oblicuas, que prácticamente desaparecen en los adultos.
 
  - La aleta caudal
es ligeramente redondeada en edad temprana, y se vuelve claramente
cóncava más tarde.
 
  - Mandíbula inferior claramente más larga que la
superior.
 
  - Cabeza grande con perfil triangular.
 
  - Boca grande, con dientes
de diferente tamaño.
 
  - Opérculo con tres esquinas equidistantes.
 
  - Los
machos presentan una mancha dorada.
 
  - Preopérculo con el borde posterior
dentado y opérculo branquial con las tres espinas características del
género.
 
  - Escamas de pequeño tamaño, inmersas en su gruesa piel.
 
  - Aletas
pectorales grandes.
 
  - Dorsal con 11 espinas y 15 a 17 radios blandos.
 
  - Anal con 3 espinas y 8 radios blandos.
 
  - Hasta 1,4 m. Es poco frecuente encontrar ejemplares de más de 80 cm.
 
  - Fondos de arena, fango
o rocosos, principalmente estos últimos. En recovecos y grutas. También
en fondos de Posidonia.
 
  - De 10 a 300 m. generalmente a menos de 50 m.
 
  - De 46°N a 13°S y de 27°O a 14°E. Atlántico oriental
(España hasta Nigeria, y Cabo Verde) y Mar Mediterráneo (más común en
las costas meridionales). Los avistamientos de Madeira son
aparentemente confusiones con Mycteroperca fusca.
 
  - Los juveniles forman pequeños grupos (no muy
densos).
 
  - Tiende a nadar a más
distancia del fondo que los meros comunes.
 
  - Territorial.
 
  - Alimentación: Crustáceos, moluscos y peces, aunque mayoritariamente estos últimos.
 
  - Hermafrodita proterogínico, con fertilización
externa, dispersión y abandono de la puesta. Con 40 cm. madura como
hembra, y se convierte en macho a los 60 cm.
 
 
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