Está presidida por un hermoso retablo renacentista, cuya tabla central muestra al Santo de Bari.
Destaca de esta capilla el sepulcro situado a la derecha de la pintura, donde descansan los restos del obispo don Hernando, muerto en el año 1292. En él aparece una sugestiva representación escultórica de la subida del alma del difunto a los Cielos, ayudado por ángeles.